Mi amigo manuel me invitó a comer a su casa, me comento iba a tener un convivió le dije: -¡orales! voy a ir, no me comentó que haría de comer, pero de todas formas iba asistir. Llegó el día, cuando iba rumbo a su casa fui pensando que deberían estar mas personas ¡oh! sorpresa no había nadie excepto yo, pase a sentarme a la mesa de la cocina, Manuel me sirvió un plato de frijoles y un vaso de refresco, me quede pensando de que se había equivocado, le comente que donde está la carne, el se río y me dijo que había sido una broma, no había tal convivió, sino que quería ver mi cara de cómo reaccionaba, en el momento no me gusto la broma, sin embargo, al final me reí.
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